La Dama de las Cucharas

Cuentan de mí muchas cosas,

pero os voy a relatar mi historia,

la cual a singular no podréis ganar.

Érase una vez cuando la magia todavía era posible, los niños temían cuando su madre una sopa les ofrecía, pues sabían que en cuanto el caldo aparecía la Dama de las Cucharas venía.

Ésta una sorpresa les traía, pues el condimento de la sopa ella lo elegía.

A los niños malos, coles de Bruselas.

A los niños buenos, galletas María.

A los niños que no estudiaban, sopa de letras.

Y a los niños aventureros un tesoro les escondía.

La Dama de las cucharas con ojo avizor vigila tu sopa hasta que te tomas la última gota y por favor termínala porque si no a otro día estará mucho peor.

Y con pan y pimiento

yo me como este cuento!!!!